Si hace 15 años me hubieran preguntado cómo sería mi vida con 30 años me hubiera imaginado viviendo sola y, sinceramente, sin pareja.
Tenía claro que quería ser madre, pero no era imprescindible tener pareja y menos casarme.
Han pasado los años y mi vida no es lo que pensé. Tengo 30 y llevo casi 13 años con mi marido.
Ese que es mi gran amigo, mi apoyo, mi ángel de la guarda, el que me quiere, cuida y enseña. El que saca lo mejor de mí pero también lo peor. El que más me saca de quicio (junto a mi padre) pero el que más feliz me hace (con nuestro enanito).
Estos años no han sido fáciles pero los obstáculos nos han hecho madurar... Más y más, hasta convertidos en invencibles. JUNTOS SOMOS MÁS FUERTES.
Hoy, después de creer haberlo visto todo, me ha sorprendido una vez más.
Me ha sorprendido su capacidad de respuesta, de afrontar situaciones, de pensar en que LOS DOS SOMOS UNO; o mejor dicho, los tres somos uno.
Estoy realmente orgullosa de él. Quien me conoce, lo sabe...
Un besin.
S.
Estado de ánimo: #señorapeludaamorosa
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